En el año 1925 la Universidad de Harvard y del Museo de Boston estaban realizando una campaña de excavaciones en la zona este de la necrópolis de Guiza, dirigida por el Dr. George Andrew Reisner. El 2 de febrero de ese mismo año, el fotógrafo de la expedición al situar el trípode, para fotografiar las excavaciones que se estaban realizando en el cementerio este de la pirámide de Quéope (Jufu), se dio cuenta de que había restos de yeso en el suelo de caliza. Seguidamente se limpió la zona y los ayudantes de Reisner, –que en aquellos días estaba de viaje en los Estados Unidos–, examinaron atentamente…
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